Gabriela se puso su falda más corta y un top que hacía que sus pechos resaltaran tremendamente; yo sabía que ella no iba a ir a esa fiesta solo a charlar, sabía que iba a ir a buscar con quién revolcarse.
¿Con cuántos te vas a acostar?
Ella me miró y sonriendo me dijo,
Pues depende,
¿De que?
De cuántos hombres vayan,
¡Vaya!, vas decidida.
Así es cariño y creo que debes saber que no voy como invitada,
¿Entonces?
De nuevo sonrió y me dijo:
Así es, hoy voy como desnudista.
¿Pero qué dices?
Sí, cariño, decidí sacarle provecho a mi calentura y esta noche me van a pagar, pero no te preocupes que de todos modos te contaré todo.
Y así, sin decirme más, salió de casa y yo me quedé pensando en que hoy mi esposa iba a ser la puta de varios hombres

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